Narconon Puebla ha sido una de las experiencias y decisiones más importantes de mi vida

 

Nunca olvidaremos las experiencias buenas que nos pasan en la vida y eso es algo sumamente importante,  Para mí, el haber venido a Narconon Puebla a rehabilitarme, ha sido y será una de las experiencias y decisiones más importantes de mi vida.

Lo anterior lo digo ya que mi vida antes de Narconon Puebla era un caos, una verdadera tortura, un sin saber qué hacer, una locura, un despliegue de actos negativos, los cuales, sino me llevaron a la cárcel, al hospital o a la muerte, es porque hay un creador y él me dio una segunda oportunidad que no desperdiciaré.

Han de saber que fui afortunado en el campo del dinero ya que nací en una familia adinerada y por lo tanto nunca me preocupé de las cosas que necesitaba, como ropa, viajes, carro etc. etc. Todo aquello que cualquier ser humano desea y aunque no lo desea ahí estaba.

Todo iba a la perfección, pero llegó el momento en que yo quise hacer mi vida solo y sin la tutela de mis padres que me dieron una educación intachable y de la que no puedo quejarme.

Terminé mi carrera de administración de empresas y puse un negocio con ayuda de mis padres. En los primeros años me fue muy bien, no me podía quejar. Sin embargo, un día un amigo me dijo que pusiéramos un restaurante y no me pareció una mala idea. El primer año me fue muy bien pero ya para el segundo y los demás años fue mi debacle. Empecé tomando alcohol los fines de semana, se me hacía una buena táctica el beber con los comensales y así hacer que tomaran más y, por lo tanto, para el negocio era una mayor fuente de ingresos.

Mi socio solo aparecía los fines de semana y la responsabilidad era prácticamente mía, para el buen funcionamiento del restaurante. Llegó un momento en que empezamos a rentar el lugar para fiestas particulares y fue ahí donde empecé a consumir mucho más alcohol, y como yo tenía que estar hasta el final, en una ocasión una persona me ofreció cocaína, para que yo pudiera aguantar hasta el final.

Como yo era una persona que hacia ejercicio, al principio mi consumo de cocaína no era tanto, pero llegó un momento en que dejé de hacer ejercicio a consecuencia de las desveladas que me ponía. Deje de ir temprano al restaurante, empecé a descuidar mi alimentación y por ende mi estado físico empezó a minarse por completo. Para ese entonces mi consumo de cocaína aumentó de manera desmedida, no faltó el día que, para animarme más en las fiestas utilizara otras drogas como el éxtasis y en algunas ocasiones LSD. Viví así casi  casi cuatro años.

Yo, a mis padres, los veía por lo menos una vez al mes. Sin embargo, yo no quería que me vieran en ese estado y cuando me preguntaban por qué no iba a visitarlos yo les respondía que tenía mucho trabajo.

Fue un día que mi hermana tuvo vacaciones y me fue a visitar al restaurante. Ella quedó impactada por mi estado físico y se puso muy triste. Ella de inmediato se lo comentó a mis padres y de inmediato me fueron a buscar. A ellos también les dio mucha tristeza verme en ese estado y hablaron muy fuerte conmigo y me dijeron que tenía que realizar un programa de rehabilitación. Al principio yo me opuse, les dije que esas adicciones las podía parar en el momento que yo quisiera.

Sin embargo, pasaron dos meses y yo continúe de la misma manera, consumiendo, y cada vez peor, Un día mis padres llegaron y me dijeron que me tenía que internar ya que no iban a dejar que me fuera consumiendo de esa manera. Mi hermana me dijo que ya había averiguado y que me iría a Narconon Puebla. Puse muchos pretextos, como el del restaurante, que quien lo trabajaría, etc. Me dijeron que ellos se iban a encargar de ello y así fue como vine a Narconon Puebla.  

 

Ahora que ya estoy rehabilitado ya no tengo restaurante, pero con la ayuda de mis padres puse un gimnasio en donde me va muy bien y no tengo problemas de adicción. La verdad fue algo estupendo hacer mi programa de rehabilitación en Narconon Puebla. Soy un nuevo hombre y tengo muchos deseos de vivir.

M.G. Graduado de Narconon Puebla