Retomando el control de mi vida

Durante mi adolescencia fui muy feliz y tenía mucha pasión por el deporte, de hecho, practicaba diversas disciplinas. En casa todo marchaba bien y, a pesar de que me gustaba salir y convivir con mis amigos, llevarme la vida ligera y relajada, tenía muy buenas calificaciones.
Cuando tenía 17 años probé la marihuana sin gustarme el efecto depresor, me sentía aletargado y somnoliento. Al poco tiempo conocí la cocaína y definitivamente me gustó la euforia, la adrenalina y la energía que me hacía sentir. Sin saberlo, en aquel instante, le abrí la puerta al mundo de las adicciones por 7 años de mi vida.
Para cuando me enteré de que con el uso y abuso de substancias psicoactivas produce el efecto contrario a largo plazo, ya era muy tarde. Ese joven alegre y entusiasta se transformó en alguien cohibido, aislado y sin metas ni propósitos, todo el día estaba en mi propia cárcel al no salir de mi habitación, pasando las horas viendo televisión.
En aquel tiempo tomé muy malas decisiones y fue el momento en que comenzó una espiral descendente en todas las áreas de mi vida. Mi carácter se tornó muy irascible, fracturando la relación con mis padres, además, los problemas académicos me abatían.
Mis padres, al ver en el estado en el que me encontraba y al no disponer de una información adecuada, me llevaron a un anexo con la esperanza de que modificara mis hábitos. Desafortunadamente la experiencia no me ayudó en lo absoluto, de hecho, reforzó las ganas de querer consumir al no poder confrontar el hacinamiento, el mal trato y la alimentación a base de comida en estado de descomposición que recibí. Posteriormente me llevaron a una clínica de rehabilitación, si bien recibí un mejor trato, no me funcionó del todo.
La depresión, la ansiedad y el insomnio eran mi única compañía, ese sentimiento de desolación sólo lo apagaba una dosis más de cocaína. Ya no tenía una rutina ni un propósito, me levantaba tarde y estaba despierto a la hora en que todos dormían, asimismo mi alimentación era muy deficiente.
Un día me di cuenta de que estaba acabando con todo y con todos, tenía ganas de salir adelante y de poner un negocio. No lograba hacer nada por la situación en la que me encontraba.
“Decidí pedir ayuda nuevamente, esta vez era diferente porque en verdad quería algo que funcionara para poder trazar un camino que me llevara a cumplir mis metas y sueños, a los 24 años de edad. Busqué en internet y vi el anuncio de Narconon en Puebla”...
Decidí pedir ayuda nuevamente, esta vez era diferente porque en verdad quería algo que funcionara para poder trazar un camino que me llevara a cumplir mis metas y sueños, a los 24 años de edad. Busqué en internet y vi el anuncio de Narconon en Puebla y, a pesar de que vivo en otro estado de la República (Jalisco), me llamó mucho la atención y marqué.
Cuando me proporcionaron informes supe que era el lugar adecuado porque en ningún otro lado me había ofrecido una desintoxicación real. Sin pensarlo, tomé mis maletas para comenzar el Programa de Narconon Puebla.
Al iniciar el Programa mi experiencia fue dura, no obstante, empecé a notar muchos cambios positivos. Durante la Retirada de Drogas, el primer paso que realicé, duré 4 noches sin dormir, tenía mucha ansiedad y nerviosismo. Gracias al staff quien siempre estuvo al pendiente de mí, pude pasar a través de todas las molestias sin la necesidad de tomar ningún fármaco calmante.
Cuando pasé a la siguiente etapa que es la Desintoxicación de la Nueva Vida, pude por fin conciliar el sueño. Cada mañana me sentía descansado y con mucha energía para realizar las actividades que tocaran. En esta fase logré deshacerme de todas las toxinas dañinas que tenía, producto de años de consumo de cocaína.
No negaré que la Desintoxicación fue un paso duro, en el cual, llegué a sentirme con mucha desesperación porque a veces parecía que no avanzaba. Sin embrago, con el transcurrir de los días estas sensaciones se fueron convirtiendo en control de mí mismo, de mis emociones y de la tolerancia a la frustración. Una de mis mejores ganancias es que por fin pude despedirme de la ansiedad.
Durante la siguiente etapa realicé una serie de ejercicios denominados Procesos Objetivos, la comencé con mucha incredulidad respecto a su eficacia y funcionamiento. No obstante, rápidamente me di cuenta de lo valiosos que son, gracias a ellos pude dirigir mi atención en el presente para no enfrascarme en los recuerdos del pasado que me atormentaban. Fueron ganancias increíbles que hoy se traducen en una gran herramienta de vida.
La última etapa que hice, fueron una serie de cursos que me ayudaron a adquirir mayores destrezas para afrontar los embates de la vida, por ejemplo:
- Con el curso “Superando los Altibajos en la Vida” pude distinguir a las personas que me rodean, a fin de discernir las buena compañía de la que no lo es.
- Con el curso “Valores Personales” reconocí todas las acciones dañinas que realicé durante el tiempo de consumo. Gracias a esto me di cuenta de que no era víctima de las circunstancias, sino de que yo las había causado y, por ende, analicé como confrontarlas para no volverlas a repetir. De hoy en adelante seré mejor persona conmigo, con los demás y con mi entorno.
- Con el curso “Cambiando las Condiciones en la Vida” aprendí herramientas muy valiosas para saber manejar los diversos problemas que en la vida se me presentarán, asimismo realicé un plan de vida para estructurar y poner en marcha el negocio que siempre soñé.
Hoy que me gradúo del Programa de Narconon me llevo grandes satisfacciones por el arduo trabajo que realicé. Salgo con la confianza de que mi andar estará libre de drogas, sobre todo, me siento retomando el control de mi vida.
Estoy seguro de que sólo con poner en práctica todas las herramientas que aprendí en Narconon, podré alcanzar las metas y sueños que tracé.
Alejandro, Graduado de Narconon Puebla