Te comparto mi experiencia en Narconon Puebla

Medio recuerdo el día que llegué a Narconon Puebla. Todavía venía bajo la influencia del alcohol y pastillas médicas. Era como andar en el limbo, flotando sin saber realmente qué hacer. Un miembro del personal me realizó una entrevista, recuerdo vagamente que le di todos mis datos, cuáles eran las sustancias que consumía, dirección y algunos otros datos personales.

Al terminar me pasaron a la retirada, donde otro miembro del personal comenzó a darme ayudas y ejercicios locacionales. Esa noche dormí en retirada. Al día siguiente, ya sin los efectos del alcohol y los medicamentos, pensé que me iba a sentir muy mal, pero qué sorpresa tuve ya que, con las vitaminas, bebida llamada cal-mag, un buen desayuno, ayudas y locacionales mi situación física y mental había mejorado mucho, al grado de que no sentí trastorno alguno.

Estuve en retirada tres noches y no tuve la necesidad de tomar pastillas para dormir. Fue algo increíble que yo no podía creer ya que durante unos buenos años tenía que tomar una pastilla para poder conciliar el sueño.

Mi siguiente paso fue el sauna donde pasé 39 días para ser exactos. Durante este proceso que es arduo, mis emociones tanto físicas como emocionales estuvieron al máximo, ya que al estarte desintoxicando pueden aparecer muchas de ellas. Fue un contraste que al final del proceso vi cómo cambió mi piel, físicamente me sentía muy bien y con mi mente más clara. La transformación que tuve fue magnifica, además de verdad yo cada día sentía como mi cuerpo se iba limpiando por dentro y por fuera, libre de toxinas acumuladas por años.

Finalicé el sauna y pasé a la academia, donde aprendí cosas muy importantes ya que al principio se realizan una serie de ejercicios que son muy útiles para la vida, nos hacen vivir en tiempo presente, el momento que estamos viviendo, sin pensar en cosas del pasado, aprendemos a comunicarnos bien, a manejar situaciones que antes nos afectaban y nos inducían a consumir, aprendí a tener más control sobre mi cuerpo y el de los demás.

“También aprendí que la única persona que va a decidir soy yo, que nadie va a intervenir, y toda decisión la voy a realizar con una gran intención para lograr todo lo que me proponga”.

Continué con una serie de ejercicios los cuales me hicieron tener una comunicación tremenda con mi cuerpo, con mis pensamientos y con las habilidades que tengo y que en un antes estaban dormidas. También aprendí que la única persona que va a decidir soy yo, que nadie va a intervenir, y toda decisión la voy a realizar con una gran intención para lograr todo lo que me proponga.

Al final tomé tres cursos: El primero me enseñó a distinguir a las personas sociales y antisociales que existían en mi vida y con este curso también aprendí a darme cuenta de las personas que yo voy a querer en mi futuro para tener una vida libre de cualquier droga o alcohol.

En el segundo curso aprendí a valorarme y a realizar todas mis acciones con honestidad, ética y responsabilidad; escribí todos los actos dañinos que me hice a mí mismo y a todos los que me rodeaban, como familiares, amigos, etc. hasta el grado de sentirme liberado. De verdad que uno siente una carga muy grande al recordarlos y no haber hecho nada al respecto. Conforme uno va escribiendo va sintiendo un alivio muy grande y se va uno preparando para el siguiente curso.

En el tercer y último curso aprendí a hacerme responsable de todo el mal que realicé y de alguna forma reparar todo ello. Es tan gratificante cuando terminas de hacerlo que te sientes más ligero y con una mente muy pero muy despierta y llena de buenos propósitos y con la consigna de cuidar mucho la manera de ser para no cometer nada que vaya en contra de la supervivencia. 

M.C. graduado de Narconon Puebla