Hoy puedo regresar con quienes amo

Alfonso, Graduado de Narconon Puebla

Durante la adolescencia probé el alcohol y me gustó mucho, me hacía sentir bien, relajeado y sobre todo desinhibido. Sin embargo, eso no me bastó y con el tiempo probé la marihuana, durante un tiempo fue suficiente, hasta que quise experimentar con algo más y fue que me enganché con la cocaína.

Dieciséis años de mi vida se fueron en el consumo de estas tres substancias. Nunca vi la vida perfecta que tenía, pues en ella me acompañaban mi esposa, hijos y madre quien siempre se la pasaba mortificada por mi. Mi familia siempre temía que un día me sucediera algo por andar en consumo y yo sólo vivía para trabajar y costear una dosis más.

No cuidaba mi salud, para mí estar drogado era la forma normal de pasar la vida, sin las substancias que consumía me sentía incapaz de afrontarla.

En este proceso de rehabilitación pasé por otro centro y varios anexos, no obstante no me funcionaron del todo. En el centro en el que estuve logré estar 4 años limpios sin haber llegado realmente a la causa que me hacía consumir, motivo por el cual, irremediablemente un día volví a consumir sin parar.

Así la vida transcurría y yo estaba ciego y sordo al no ver ni escuchar todos los buenos consejos que me daban. Era ensimismado y no me daba cuenta de que día con día, trago tras trago y dosis tras dosis estaba cavando mi propia tumba. Yo sentía que todo el mundo estaba en mi contra, situación que no era real, ya que las personas que realmente me quieren, solo buscaban que yo estuviera bien.

Un día toqué fondo y conocí Narconon. Decidí darme una oportunidad más, aunque sinceramente estaba escéptico de que realmente funcionara por mis experiencias pasadas en rehabilitación. Al llegar siempre estaba callado, no tenía ganas de convivir y sentía temor al verme encerrado nuevamente.

“Lo que me mantenía en pie era que ya
no quería vivir tal cual lo hacía”

Al ir avanzando en el Programa me empecé a dar cuenta de mis errores, sobre todo, empecé a notar que mi actitud fue la que me llevó a tomar malas decisiones, mismas que me causaron grandes problemas. Me había convertido en una persona llena de miedos y frustraciones que los disfrazaba de enojo y, por ello, prefería aislarme de todo y de todos. Aunque también reconozco que mis seres queridos se alejaron de mi porque no sabían cómo manejar la situación y sentían miedo de mis reacciones y de lo que pudiera llegar a hacer.

Dentro del Programa, la etapa que me abrió los ojos para darme cuenta de que realmente la tecnología de Narconon funciona fue la Desintoxicación de la Nueva Vida. Se trata de una combinación de ejercicio, sudado en un sauna de calor seco y un régimen nutricional.

Esta etapa fue un poco difícil en un principio, pero ahí comencé a confrontar todos los temores internos. De pronto, ya estaba conviviendo con mis compañeros y me empecé a sentir más positivo. Fue increíble notar tantas mejoras físicas y emocionales, de pronto escuchaba mejor y percibía mejor los aromas. Ahí comprendí que ya nunca más sería el mismo, con un cuerpo limpio, mi mente fue más clara con mayor raciocino en el pensamiento.

Las siguientes etapas transcurrieron de una mejor manera. En ellas, comprendí el valor de ayudar a alguien más a salir del infierno de la adicción, asimismo pude trabajar para discernir una buena compañía de quien no lo es. Me gustó mucho volver a reconcentrarme conmigo, hice diversos cursos que fortalecieron mis valores y me di cuenta de que, en el tiempo de consumo, mi egoísmo me había cegado sin tener empatía por nada ni por nadie.

Ahora sí estaba listo para resarcir los errores que cometí durante los dieciséis años de consumo. Ahora sí estaba listo con un plan en la mano para alcanzar mis metas y sueños a lado de quienes más amo.

Casi por terminar el Programa, me ilusionaba mucho recibir un abrazo de mis hijos, de mi esposa y de mi madre. Quería pedirles perdón y proponerles un nuevo comienzo, uno nuevo libre de las adicciones a las drogas y al alcohol.

“Dios tiene algo mejor para nosotros y por eso estamos aquí. No llegamos ni antes ni después, llegamos en el preciso momento”.

Hoy pude regresar con quienes amo y disfrutar la vida como siempre debió ser, una vida tranquila, en armonía y trabajando por el porvenir y bienestar de mi familia.

Llevo más de 7 meses limpio y me siento realmente bien, gracias al Programa de Narconon ya no se me antoja probar ninguna substancia que perjudique mi salud. Estoy muy entusiasmado por seguir en este camino al ver las bendiciones que estoy cosechando, la confianza, la tranquilidad y la sonrisa de mis hijos, esposa y madre no tienen precio.

El ver la cara de mis hijos me da mucha alegría y felicidad, hoy me doy cuenta de que no cambio por nada mi vida actual con ellos ni por una copa, una droga, unos amigos o por estar en fiesta.

El escucharlos decirme papá, hace que se me hinche el corazón de orgullo y es un honor para mi que me busquen y me tomen en cuenta.

Quiero agradecerle a todo el staff de Narconon Puebla por su apoyo, por su profesionalismo, porque siempre me hicieron sentir como en casa y me motivaron a persistir y no desistir. Me siento muy satisfecho por haber concluido el Programa que me cambió la vida, hoy con orgullo puedo decir que soy un Graduado, gracias a Dios.


Alfonso, Graduado de Narconon Puebla

AUTOR
KA

Katia Altamirano

NARCONON PUEBLA

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS